Ya anochece, después de muchos días el frio se hizo presente, llego, y no vino solo. Trajo con el pensamientos, que fluyen tranquilamente junto con notas musicales exquisitas de un piano y una voz japonesa de especial delicadeza que los armoniza en movimiento. Pensamientos que se arremolinan en espiral, analizo, planteo y replanteo... vuelvo a replantear letras, palabras, que me empujan a pensarlas y analizarlas.
Resuenan en mis pensamientos, haciendo más profunda la reflexión sobre ellas y más largos los pensamientos... Una y otra vez resuena la canción, los acordes hacen tranquilo este momento, más reflexivo, no im porta si la música se repite, la oigo pero no al mismo tiempo, presto atención al piano y a la voz. He cambiado y sigo con la misma artista pero distintas notas, A veces cierro los ojos, no solo en pensar sino para acompañar al piano.
Dejo pasar los minutos, las horas, sumergido en mis pensamientos. Escribo cuando salgo de ellos.
El león sentado en la verde pradera esta.
Las estrellas en sus mirada se reflejan.
El viento su melena mece.
Reflexionado en esta noche se encuentra.
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